El espíritu abstracto

“Volvía de mis bosquejos, enfrascado en mis pensamientos, cuando al abrir la puerta del estudio, me vi de pronto ante un cuadro de belleza indescriptible e incandescente. Perplejo, me detuve mirándolo. El cuadro carecía de todo tema, no descubría objeto alguno identificable y estaba totalmente compuesto de brillantes manchas de color. Finalmente, me acerqué más y solo entonces reconocí lo que aquello era realmente: mi propio cuadro puesto de lado sobre el caballete; una cosa se me hizo manifiesta: que la objetividad, la descripción de objetos no era necesaria en mis pinturas, y en realidad las perjudicaba”.

Vassily Kandinsky, precursor del arte abstracto en pintura y teórico del arte.

Con estas palabras describió el pintor Vassily Kandinsky su experiencia vivida de forma apocalíptica, un día del año 1908 al regresar a su estudio. La cita tiene un importante interés histórico, no solo por la clara exposición de los sentimientos del artista, sino porque Kandinsky es considerado el primer pintor del siglo XX que realizó una obra deliberadamente abstracta. Un acuarela pintada en 1910, sin ninguna alusión a la realidad exterior, es considerada la primera obra de arte abstracta contemporánea, cuando realizó esta acuarela abstracta estaba muy lejos de sospechar que abría una camino decisivo para la evolución de la Historia de Arte.

El término arte abstracto se aplica a obras enteramente carentes de figuración (espacio real, objetos, paisajes, figuras de seres animados e incluso de formas geométricas si se representan como objetos reales  con iluminación y perspectiva). Se trata de un arte que rechaza la copia o imitación de todo modelo exterior a conciencia del pintor. Partiendo de este concepto, en un cuadro abstracto no puede haber referencia o algo independiente del cuadro mismo: figura humana, paisaje, mesa, fruta que son objetos definibles con palabras.  

La marcha hacia la abstracción en arte ha seguido dos caminos y se basa en dos principios, no solo distintos, sino casi opuestos. En estos dos principios esenciales son: por una parte la forma primitiva producida por el gesto motor, la maraña lineal, el ritmo discontinuo, semejante al que surge en los primeros dibujos de un niño, que se pueden apreciar en las improvisaciones  de Kandinsky y en las manchas y chorreados del artista estadounidense Jackson Pollock, por otro lado tenemos la trama geométrica, la forma regular plana  realizada no con criterio representativo sino con directa imposición de unos elementos de orden y simbolización del espacio y los valores esenciales tal como se expresa en la obra del artista  neerlandés Piet Mondrian. El primer camino lo han seguido los artistas impulsados preponderantemente por la intuición y el segundo camino lo han hecho los artistas movidos por la reflexión y el factor racional.  Pero en cualquiera de los caminos, la abstracción se opone a la representación figurativa del mundo visible.

La forma de enfocar la abstracción en la Historia del Arte es relativamente reciente y se ha desarrollado entre los historiadores modernos bajo la influencia de la contemplación de las obras del arte contemporáneo. Las formas abstractas como las del arte céltico o vikingo, eran consideradas como carente de sentido o meramente ornamentales, sin embargo iluminadas por la experiencia reciente ahora se ven en ellas estructuras idénticas o semejantes a las del arte contemporáneo, incluso permitiendo la revaloración de períodos de la Historia del Arte, antes casi olvidados por los historiadores a causa de la educación visual influida por el clasicismo greco-romano y la estética del renacimiento vigente hasta finales del siglo XIX. 

El aprecio actual de estos aspectos en el arte prehistórico como improntas de manos en las cuevas, elementos lineales de la etapa neolítica, así como la orfebrería y esmaltes de los pueblos germánicos, sorprendentes miniaturas irlandesas de los siglos VII al IX, partir de ese momento produjo una catarsis para la visión  del hombre contemporáneo representado en el cubismo y la aparición del arte abstracto, sensibilizando la retina de los modernos historiadores del arte. También el arte islámico en su conjunto es una de las creaciones más extraordinarias que ha realizado el espíritu abstracto. La geometría en particular, fue una fuente fecunda de creaciones. Los musulmanes eran los matemáticos más notables del mundo medieval y se deleitaban trazando sistemas coherentes y lógicos de líneas rectas y curvas, formas poligonales y estrelladas. Además la caligrafía, considerada invento de Dios; era la habilidad artística más estimada por los artista musulmanes. Las mezclas de motivos geométricos, caligráficos y florales entrelazados, cubren en ocasiones enormes superficies a las que se comunica una agitación simultáneamente controlada y delirante.

La Edad Media representó un regreso a la tendencia abstracta después de un paréntesis figurativo del arte griego y romano. Pero el interés por la observación de la naturaleza y su realidad visible se desarrolló hacia el final de la Edad Media y estalló en el Renacimiento, en forma de nuevo periodo que dominó lo figurativo y se prolongó hasta la invención del Cubismo. Sabemos que el arte no sólo obedece a sus propias leyes internas de desarrollo y a las dotes especiales de cada artista, sino que también es influido de forma determinante por la evolución de la sociedad.

A principios del siglo XV, el arquitecto Brunelleschi, el escultor Donatello y el pintor Masaccio, los tres florentinos, crearon un nuevo método de exploración del espacio real e inventaron un procedimiento para representarlo en sus tres dimensiones sobre una superficie plana. Este procedimiento llamado perspectiva, que permite sugerir la ilusión de la profundidad sobre una superficie de solo dos dimensiones, fue un descubrimiento tan genial que durante casi quinientos años todos los pintores creyeron que no había otros sistema de representar el espacio tridimensional.

La perspectiva ofrecía a los artistas un método científico para construir racionalmente el espacio representado en un cuadro, sirvió de base para el fabuloso trabajo de la pintura representativa y desplazó todas las tendencias abstractas, hasta que a principios del siglo XX  aparece el cubismo destruyendo este sistema y demostrando que pese a su carácter matemático y racional, era un método artificioso.

El lento desgaste del factor narrativo o argumento del cuadro desembocó, a finales del siglo XIX, en las creaciones de los pintores impresionistas  que se desinteresaron del tema para entregarse a reproducir impresiones de luz o de color sobre paisajes o figuras trazados esquemáticamente, ellos trataban de liberarse conscientemente de las preocupaciones literarias de la pintura del siglo XIX para llegar a formular sus impresiones de la naturaleza de manera inmediata, veloz y objetiva sin la interferencia de una elaboración intelectual. Es interesante destacar que el desarrollo de l impresionismo coincide cronológicamente con la elaboración de la teoría de la óptica de Chevreul sobre los contrastes simultáneos.

Los críticos sitúan la llegada del cubismo en 1908 con el cuadro titulado: Las señoritas de Avignon de Pablo Picasso, que pintó en el invierno de 1906-07. Los desnudos femeninos que figuran en este cuadro, están pintados con la preocupación de encontrar nuevos medios de proporcionar el efecto de volumen sobre una superficie plana, decididamente distintos de los procedimientos clásicos o tradicionales. La intención de PIcasso era replantear los fundamentos de la perspectiva modelando el volumen mediante cambios de colores puros y violentos.

En este camino se unió  George Braque, un joven pintor que había recibido una fuerte impresión al contemplar la obra: Las señoritas de Avignon, ambos continuaron trabajando junto en sus investigaciones acerca de la forma, el espacio y el color, descomponiendo sistemáticamente en principios geométricos: poliedros, cubos, cilindros, esferas, abriendo un nuevo camino por los artistas y críticos que comenzaron a sostener la nueva tendencia.

Abstracción geométrica del pasado siglo, es uno de los caminos del arte abstracto desarrollado a partir de los años 20, y se basó en el uso de formas geométricas simples combinadas en composiciones subjetivas sobre espacios irreales. Surge como una reacción frente al excesivo subjetivismo de los artistas plásticos de épocas anteriores, en un intento de distanciarse de lo puramente emocional. El discurso crítico de estos artistas se complementa con una exaltación exacerbada de las dos dimensiones frente al esfuerzo de la mayoría de los movimientos anteriores para tratar de representar una realidad tridimensional.

Basada en las leyes de la geometría y en las matemáticas, busca la simplificación de las formas hasta su presentación más elemental y genérica. El cubismo rompió con el realismo óptico, con el intento de representar la realidad tal y como se ve.  El pintor francés de finales del siglo XIX, Paul Cezanne les había empujado a construir la realidad y no a copiarla a través de un arte nuevo racional, a través de un nuevo clasicismo, a través de un arte constructivo. De ahí es de donde parten los dos neoplasticistas holandeses Piet Mondrian y Teo Von Doesburg, con un arte abstracto y geométrico, o los constructivistas rusos que argumentaban que el arte era esencialmente una actividad espiritual; para crear el lugar del individuo en el mundo, no para organizar la vida en un sentido materialista y práctico.

Estos movimientos, además de artístico tiene una raíz filosófica, teosófica en concreto. El absoluto es para ellos, como lo fue para los hombres del gótico, la luz, el blanco, la conjunción de todos los colores. El negro representaba la oscuridad, el no ser, la muerte. Los colores se jerarquizan. Hay que reducir la realidad de la pintura al mínimo de sus componentes.

La vertiente abstracta del arte contemporáneo que hasta la Segunda Guerra Mundial había sido conducida por el racionalismo y una lógica próxima a la de la ciencia, cambiará súbitamente de signo. Simultáneamente en Europa y en Estados Unidos va aparecer un arte abstracto basado en la intuición y espontaneidad. La nueva tendencia se llamó abstraccionismo lírico o expresionismo abstracto, para subrayar la diferencia con la frialdad racional de la abstracción geométrica; acercándose así a las Improvisaciones pintadas de Kandinsky.

El expresionismo abstracto empezó a practicarse empleando formas tan automáticas y expresivas como una firma, no es extraño que jugara una influencia importante la caligrafía china y japonesa, tal como la practicaban desde hacía siglos los sacerdotes Zen, que concebían sus textos y pinturas como expresiones directas del alma humana. Esta tendencia en Norteamérica  reveló numerosas personalidades originales en su quehacer, como el conocido Jackson Pollock.

También en Europa nació el Informalismo, que se basaba en preocupaciones intelectuales relacionadas con el espíritu que se produjo en Francia con el existencialismo. Esta tendencia aparece con una poética que planteaba que la materia pictórica tenía una disponibilidad ilimitada con una carga humana a su textura y calidad de su superficie. Ambas manifestaciones: Expresionismo abstracto en Estados Unidos e Informalismo en Europa revelan una intensa significación en la textura de un saco, en el empaste de yeso en el lienzo, en la pincelada chorreada, en el gesto, en el garabato que adquieren una emoción palpitante que se sitúa más allá de lo que corresponde a dibujo, color y forma.

A mediados de la década de los años sesenta, empezó a desarrollarse un arte abstracto nuevo, relacionado con la abstracción geométrica, pero generando vibración, movimiento debido a los experimentos ópticos y psicológicos de la percepción. Arte cinético y Arte óptico creaban en el espectador la impresión de movimiento  virtual o ilusorio que realmente no existe; obligando al espectador a desplazarse en el espacio para organizar en la mente la lectura de una secuencia o  realizando movimientos reales de imágenes mediante motores o emisores de luz, con la voluntad enérgica de romper las barreras entre arte y tecnología.

El arte abstracto propone un intento de hablar al mundo mismo, en lugar de a nuestra alma reflejando el mundo. Usa un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real. El acercamiento al arte abstracto tenían conexiones con la música, la música proporciona un ejemplo de una forma de arte que usa los elementos abstractos del sonido y las divisiones del tiempo. El mismo Vassily Kandinsky, que también era músico; fue inspirado por la posibilidad de marcas y color asociativo resonando en el alma.

La idea había sido propuesta por Baudelaire, que todos nuestros sentidos responden a diversos estímulos, pero están conectados en un nivel estético más profundo. Las formas universales e intemporales que se encuentran en la geometría del universo: el círculo, el cuadrado y el triángulo, la mancha, la luz y la sombra y el instante de una energía, se convirtieron en elementos espaciales en este arte abstracto; eran sistemas fundamentales que estaban por debajo de la realidad visible. El artista crea así una nueva realidad que cuestiona el orden lógico de la razón y restaura el orden natural de la sensualidad.

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Bibliografía

• Cirlot Eduardo. El espíritu abstracto. Editorial Labor. España
• Aula Abierta Salvat. El Universo del Arte. España
• Biblioteca Salvat. Arte abstracto y arte figurativo. España.
• Kandinsky W. De lo espiritual en el Arte. Paidos Ediciones. España